lunes, 8 de septiembre de 2014

Bajo la misma estrella: Capitulo 19

 

CAPITULO 19


Él llegó a casa del hospital unos días más tarde, definitiva e irrevocablemente despojado de sus ambiciones. Tomó más medicamento para remover todo el dolor. Se fue permanentemente al piso de arriba, a una cama de hospital cerca de la ventana de la sala. Estos fueron días de pijama y barba por el cuello, de murmullos y propuestas y las infinitas ...gracias a todos por lo que están haciendo por su bienestar. Una tarde, señaló vagamente hacia un cesto de la ropa en un rincón de la habitación y me preguntó:
—¿Qué es eso?
—¿El cesto de la ropa?
—No, al lado de eso.
—No veo nada junto al cesto.
—Eso es la última pizca de mi dignidad. Es muy pequeña.

Al día siguiente, me dejé pasar. A ellos no les gustaba que tocara el timbre porque podría despertarlo. Sus hermanas estaban ahí con sus maridos banqueros y tres niños, todos varones, que corrían hacia mí y me gritaban quién eres quién eres quién eres, corriendo en círculos alrededor de la puerta de entrada como si su capacidad pulmonar fuera una recurso renovable. Había conocido antes a sus hermanas, pero nunca a sus hijos o a sus papás.
—Soy Hazel —dije
—Gus tiene una novia —dijo uno de los niños.
—Estoy consciente de que Gus tiene una novia —dije
—Ella tiene pechos —dijo otro.
—¿Es así?
—¿Por qué tienes eso? —el primero preguntó, apuntando a mi carrito de oxígeno.
—Me ayuda a respirar —dije— ¿Gus está despierto?
—No, está durmiendo.
—Está muriendo —dijo otro.
—Está muriendo —confirmó el tercero, repentinamente serio. Se quedó callado por un momento, y me pregunté qué quería decir, pero entonces uno de ellos pateó a otro y otra vez estaban corriendo, cayendo uno sobre otro en una secuencia que migró hacia la cocina. Hice mi camino hacia los padres de Gus en la sala y conocí a sus cuñados, Chris y Dave. No había llegado a conocer a sus medias hermanas, en realidad, pero ambas de abrazaron de todas maneras. Julie estaba sentada en el borde de la cama, hablándole a un dormido Gus exactamente con la misma voz que podría usarse para decirle a un niño que es adorable, diciendo:
—Oh, Gussy Gussy, nuestro pequeño Gussy Gussy— ¿Nuestro Gussy? ¿Lo habían adquirido?
—¿Qué hay, Augustus? —dije, tratando de enseñar un comportamiento adecuado
—Nuestro hermoso Gussy —dijo Martha, inclinándose hacia él. Comencé a preguntarme si realmente estaba dormido o sí sólo había puesto un dedo pesado al dolor para evitar el ataque de buenas intenciones de las hermanas

Despertó después de un tiempo y la primera cosa que dijo fue—: Hazel —lo que tengo que admitir me hizo un tanto feliz, como si tal vez también fuera parte de su familia.
—Afuera —dijo con voz baja—. ¿Podemos irnos?

Fuimos, su mamá empujando la silla de ruedas, sus hermanos y sus cuñados y su papá y sobrinos y al final yo. Era un día nublado, todavía caliente mientras el verano se acomodaba. Vestía una playera de manga larga y pantalones de lana. Por alguna razón él siempre tenía frío. Él quería un poco de agua, así que su papá fue a traer un poco para él. Martha trató de meter a Gus en la conversación, arrodillándose junto a él y diciendo:
—Tú siempre has tenido ojos hermosos —él asintió un poco. Uno de sus esposos puso un brazo en el hombro de Gus y dijo—: ¿Cómo se siente el aire fresco? —Gus se encogió de hombros.
—¿Quieres tus medicamentos? —le preguntó su mamá, uniéndose al circo de arrodillados alrededor de Gus. Di un paso hacia atrás, observando a sus sobrinos abriéndose paso a través de un lecho de flores en su camino a la pequeña parcela de hierba en el patio trasero de Gus. De inmediato comenzaron a jugar un juego que implicaba lanzarse uno al otro al suelo.
—¡Niños! —Julie gritó vagamente.
—Sólo puedo esperar —dijo Julie, volviéndose nuevamente a Gus—, que ellos se convertirán en la clase de hombres pensantes e inteligentes, en la forma en que tú te has convertido.
Resistí la tentación de demostrar mis náuseas de manera audible.
—No es tan inteligente —dije a Julie.
—Ella está en lo correcto. Es sólo que la mayoría de buen aspecto son estúpidos, así que superé las expectativas.
—Correcto, principalmente su buen aspecto —dije.
—Puede ser un poco cegador —dijo él.
—En realidad sí cegó a nuestro amigo Isaac —dije.
—Una terrible tragedia. Pero ¿puedo manejar mi propia belleza mortal? —No puedes. —Es mi carga, este hermoso rostro.
—Sin mencionar tu cuerpo.
—En serio, ni siquiera me dejes comenzar con mi gran cuerpo. No quieres verme desnudo, Dave. Verme desnudo, de hecho verme desnudo dejó sin aliento a Hazel Grace —dijo él, asintiendo hacia el tanque de oxígeno.
—Bien, suficiente —dijo el papá de Gus, y luego de la nada, su papá puso un brazo a mí alrededor y besó el lado de mi cabeza y susurró—. Le agradezco a Dios por ti todos los días, niña.
De cualquier manera, ese fue el último buen día que tuve con Gus hasta el Último Buen día.

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